lunes, 16 de enero de 2012

MAURI CARICOL VÁZQUEZ 



Cuentan que Itálica fue fundada en el año 206 a. C. por Publius Cornelius Scipio, más conocido como Escipión el Africano, después de vencer al ejército cartaginés de Asdrubal, consiguiendo de esa manera la supremacía de Roma en la Península Ibérica. Tras esa batalla, el general romano decidió dejar los heridos en Itálica, para que se recuperarán de sus heridas y para que corrieran en las afueras de la ciudad.

Dicen que el agua era conducida, a través del acueducto de Adriano, desde el Valle del Guadiamar, ya que la consideraban más potable que la del cercano Río Guadalquivir. Por eso Manolo, nuestro mejor "estratega", decidió ir el domingo temprano con sus mejores hombres para dominar esa zona.
Un poco más tarde, a las 12.30, M. Ángel Mora y yo (sufrimos bajas de última hora: Juanlu, Gámez y Matías) nos reunimos para conquistar Itálica, con otros 3000 valientes, entre los que se encontraban conquistadores llegados de toda la Península Ibérica (Higuero, Martínez, Olmedo, etc.) y otros llegados de todos los rincones del mundo (Komon, Kipsiro, Masai, etc.). Entre todos decidimos cambiar las espadas por zapatillas de deporte y las armaduras por mallas y camisetas, para buscar una rápida victoria.
La lucha fue dura, ya que las legiones romanas se encomendaron a Júpiter, su Díos de la atmósfera, y Él nos castigó con frío y agua.

Buscamos la victoria, paso tras paso, recibiendo codazos, resbalando en el barro, subiendo cuestas y pasando por estrecheces. Incluso llegamos atravesar el Arco de Trajano. Apesar del esfuerzo, la victoria se nos resistió.

Pero... Tiembla Roma. Las NUEVAS PROMESAS DE GINES volverán para conquistar Itálica.

sábado, 14 de enero de 2012

Cronicas Ecija 2011











               Joaquín Hurtado
          .... también estaría bien conocer que se te pasó por la cabeza cuando en el kilómetro 7-8 (no recuerdo cual) te ves a mi hermano pisándonos los talones, o en el kilómetro 17 cuando notas que yo me estoy quedando unos metros atrás, o en el kilómetro 25 cuando me pongo por delante y no puedes seguir mi ritmo.
Roque Vázquez

La verdad que lo que sentí fue una doble sensación, alegría y extrañeza. ALEGRIA, porque nuevamente vi a ese corredor competitivo a mi lado que me decía ya estoy aquí y me pareció bueno que hubiera alguien más del club. EXTRAÑEZA, porque el mismo había insinuado no encontrarse todo lo bien  que le hubiera gustado para hacer un buen tiempo.
Me preguntas que se me paso por la cabeza cuando en el km.17 tú dices que te quedaste unos pasitos detrás. -Pues bien, decirte, que en ningún momento me gire hacia atrás para ver si te quedabas o no, no era mi intención, yo solo pensaba en devorar kilómetros y llegar a Ecija lo más pronto posible para hacer un buen tiempo y mejorar, como lo hice en 12 minutos, el tiempo del pasado año 2011, aunque sigo diciendo, que como entrenamiento, es una buena carrera, pero sigue sin gustarme, por esa cantidad de kilómetros que hay que hacer viendo a lo lejos a algunos corredores que van delante de ti. -Quiero desde aquí agradecer a Manolo Vega, que me animara a ir, ya que desde hacía bastante tiempo decía no querer ir, y al final consiguió convencerme, como ocurrió en el Maratón 2009, que cuando termine le comente que no volvería a correr más otro y ya ves el tiempo que hice el pasado. En el kilometro 25, efectivamente, mis piernas no me respondían y no pude seguir tu ritmo. -Te garantizo que si hubiera podido, te hubiera seguido e incluso hubiera intentado llegar antes que tú, aunque te juro que en muchos momentos de la carrera pensaba que podíamos llegar juntos a META y hacernos la foto uno al lado del otro, pero sin mariconadas.
           
            Saludos


              Xemita29


          Aquí el texto...de Ecija 2011 no puedo opinar porque no la corrí, pero puedo hablar de Ecija 2012 jijiji.
Mi primera experiencia en doble sentido, mi primera vez en correr esta carrera y mi primera carrera después de la lesión de periostitis.
Suena el despertador y me levanto con los ánimos por las nubes, pero hace frío, bastante frío, me visto, cojo la mochila y un café. Ya suena la puerta, mi hermano me viene a buscar, llegamos al poli, entre charlas y risas me noto una pequeña tensión, concentración, quizás es las ganas de por fin competir en una carrera, de intentar estar entre los grandes del club, o mejor dicho entre los más rápidos del club, porque grandes somos todos. Nos dividimos entre los coches que vamos y cuando el reloj se está aproximando a las 8:30 salimos dirección La Luisiana. Llegamos allí con tan solo 5 grados pero el sol parece que se quiere hacerse un hueco para ofrecer su calor. Lo primero, los dorsales, aunque yo me quedo en un bar tomando un café y una tosta. Nos reunimos todos en un banco cerca de la salida donde nos cambiamos y ultimamos preparativos, y comenzamos a estirar y calentar, aunque hay uno que parece que quiere empezar la carrera antes de tiempo, Roque. Con una sensación agridulce, por un lado las ganas de competir por primera vez este año y por otro un pequeño dolor en el gemelo derecho, nos llama la organización, y todos los compañeros del club nos reunimos en la salida.
Pistoletazo de salida... en primeras posiciones Roque y mi hermano Joaquín, un poco más para atrás, José Luis, Mauri y yo, y más atrás, los demás, Manolo serna, Francisco Javier, Antonio Manuel, Antonio Castro, Matia, José Manuel, Manuel Vega. Parece que los Roque quiere tirar pero de reojo está viendo que tiene a mi hermano a su izquierda un paso más para atrás, desde atrás, José Luis, Mauri y yo comentamos la jugada, pasa los kilómetros y ya si se lanza Roque y mi hermano lo sigue, yo me quedo un poco a la perspectiva, pero sin dejar de verlos. Tengo ganas, tengo fuerza, voy a por ellos, y allá que me lanzo a la busca y captura, detrás se quedan José Luis y Mauri, que quieren reservarse, tras 7 km poniéndome por debajo de los 4:30 min/km, para poder coger a la cabeza jijii, los veo y me quedo como a 30 metros de los dos, porque en ese momento Roque ha comenzado a tirar otra vez y yo solo puedo mantener el ritmo, en un momento en el que estos llegan a un grupo y bajan el ritmo me pongo a su altura sin decir na, y solo me quedo con la cara de Roque al mirar hacia el lado izquierdo donde yo estaba, como diciendo, "uuufffss, vaya tela lo que tengo a mi lado, a falta de uno dos", Este se lo dice a mi hermano y ni se lo cree, hasta que mira hacia mí y me ve, bueno, misión cumplida la mía, y dicho esto me retiro bajando el ritmo y dejando ir a los dos fieras. Me quedo solo subiendo una carretera que transcurre entre campos de secano, con mucho viento y frío, aunque el sol poco a poco comienza a apretar. Ya en el km 19 mi cuerpo me dice que no puede mas y comienzo a sufrir, aguanto hasta el 21, uno antes de entrar en el pueblo y es donde José Luis me coge, y entre los dos nos subimos el ánimo y nos colocamos muy por debajo de 5 min/km, entramos en el pueblo de Ecija echando todo los que se puede dar en una carrera y que largo se nos hace ese último km, y por fin la meta, me da dos pasitos por delante José Luis, para entrar antes, que cabroncete jajaja, no me dejo tiempo de reacción jijiji, allí ya mi hermano Joaquín y Roque los campeones del club, por detrás poco a poco van entrando los demás, todos comentando la dureza de la carrera. Pero me quedo con la prueba que acabo de pasar, sin resentirme de la lesión, ahora si que me veo capacitado para correr la maratón de Sevilla.


Un abrazo 


              Manuel Vega


           Bueno ya que el presi ha escrito sus sensaciones de la carrera yo también me voy a lanzar.
El día anterior a la carrera, estaba muy nervioso por los últimos resultados que había tenido en las tiradas largas. Además, cuando no estaba preparando la mochila, estaba llamando por el móvil o consultando el foro para confirmar la hora de la salida. Creo que tenía más altas las pulsaciones que durante la carrera.
Llegamos a La Lusiana con tiempo suficiente para recoger los dorsales, cambiarnos y calentar. Todos preparados para salir. Ya había hablado con Antonio Castro y comentado en el foro, que en esta carrera iría a probar el ritmo de la maratón. Se dio la salida. Antonio Castro, Antonio Fernández  y yo hicimos un grupito.  Los primeros kilómetros aunque íbamos a un ritmo cómodo, me costó respirar y me asuste un poco, pero durante la carrera fue desapareciendo la molestia.
Esta carrera aunque es dura, para mí es una de las favoritas. Normalmente el público está en la salida y en la meta, pero en esta, el circuito pasa por dos pueblos Campillo y Cañada del Rosal. Impresiona  ver la cantidad de personas que te animan, no importa que vallas el primero como el último, allí están (lo digo por experiencia, en el 2006 llegue el penúltimo)  a esto le llamo yo EL OTRO AVITUALLAMIENTO, el que te carga de motivación y la adrenalina te la pone a tope.
Kilometro diez comienza la parte dura, el grupo sigue completo y  vamos comentando de cómo afrontar la maratón. Raro en mí, pero me encuentro muy bien físicamente. Seguimos controlado el ritmo para mantener los 5:15. Me sorprende como en un solo año Antonio Fernández está bajando los tiempos y  Antonio Castro, como diría un amigo común (Juan), es la sombra, le ponga el ritmo que le pongas siempre esta de tras tuya, para que luego al final  es él que se pone delante.
 Kilometro veintiuno, un corredor que se había agregado a nuestro grupo nos da una mala noticia “A Vuestro compañero le ha dado un tirón” miramos para atrás y vemos a Antonio Fernández cojeando, nos volvemos y le preguntamos cómo se encuentra, nos dice que sigamos. El ritmo de los últimos kilómetros fue a tope por las calles de Ecija, en los últimos 600m me molesto el pie izquierdo, pero la carrera ya estaba terminada. Antonio Castro  y yo entramos juntos en meta.
Vuelta a casa con la moral muy alta para afrontar la Maratón.


Nos vemos


                       Antonio Fernández


           Hola a todos y felicidades por las crónicas de la carrera de Ecija, estáis a un gran nivel tanto deportivo como literario. No tengo ánimos de hacer una crónica, me sumo a la de Manolo Vega, solo añadirle que todos los que vais por delante haciendo unos tiempos fantásticos os perdéis el espectáculo que es cruzar los pueblos con Manolo, ya que parece que es de Cañada Rosal de toda la vida, anima al público, lo hace rugir... coño hasta a tres vejetes que se estaban tomando unas copas de aguardiente los hizo aplaudir y animar, simplemente espectacular, sigue así Manolo no cambies nunca. Por mi parte el pinchazo del Km 21 se ha convertido en inflamación del gemelo y el tobillo, creo también por las horas que paso de pie, así que podemos decir que me metió otro gol esta carrera y ya van 2 - 0, a esperar al año que viene a ver si comienzo la remontada. Esta semana me la tomo de descanso, con hielo, ibuprofeno, el pie pa riba y a la semana que viene empezará a ver si no es nada o es algo serio.


saludos.


            Joaquín Hurtado
                     ¿Qué hacemos 1.300 personas un 8 de enero tan temprano en La Luisiana cuando podríamos estar disfrutando en casa de los regalos recibidos apenas 48 horas antes? ¿Por qué nos ponemos en tirantas y calzonas con el frío que hace? Quizás, con la soñera del principio de la mañana no seas capaz de encontrar respuesta a estas preguntas pero, una vez cruzada la meta, ni siquiera te acordarás de haberte realizado estas preguntas. Sólo te quedarás con el disfrute o el sufrimiento de la carrera pero siempre darás por bueno el madrugón y el frío sacando la parte positiva de lo acontecido durante la mañana.
Temprano habíamos quedado, a las 8:30 ya estábamos todos en el poli y nos dirigimos hacia La Luisiana donde nos quedamos todos excepto los dos conductores que se fueron hasta Écija para dejar un coche allí. Recogimos los dorsales y buscamos un rinconcito donde calentara el sol para evitar el frío que hacía a esa hora.
Una vez todos juntos nos preparamos para la carrera, nos hicimos la foto de rigor y empezamos a mover las piernas. Alguno parecía que se había pasado toda la noche bebiendo o que estaba muy nervioso porque no paraba de visitar el wc (bueno, quién dice el wc dice el árbol o la tapia de turno).
Llegada la hora nos vamos hacia la salida. Nos ponemos cerquita de la línea de salida, todos juntitos y nos deseamos suerte para la carrera. La intención es hacer la carrera a ritmo de maratón pero las ganas de correr me pueden y tengo la sensación de que el ritmo de maratón no lo voy a ver ni en el primer kilómetro.
Se da la salida, rápidamente Roque se pone delante del grupo y yo le sigo, justo detrás van José Luís, Mauri y mi hermano. Antonio Castro, Antonio Fernández y Manuel se quedan más atrás y Matía, que se ha perdido en la salida, intuimos que va por delante. El km. 1 lo hacemos a 5'05", el ritmo es bueno pero pronto me doy cuenta que Roque quiere más y que no para de mirar para atrás. No sé si quiere que le siga o si pretende dejarme pero viendo que el ritmo de los siguientes kilómetros es cómodo (el 2 y el 3 lo hicimos a 4'30") decido seguirlo.
Pronto nos quedamos los dos solos y ya nos hacemos a la idea de que vamos a hacernos compañía durante toda la carrera. Aumentamos el ritmo y ahora nos colocamos entre 4'20" y 4'25". Roque me sugiere que nos integremos en un grupo para evitar el viento de costado pero el tema no funciona como esperaba porque conforme vamos cogiendo a grupos de corredores los vamos adelantando y seguimos en busca del siguiente grupo. Así que son pocos los segundos que nos vemos resguardados del viento.
Llegamos a El Campillo y Roque me anticipa lo animados que son los vecinos. No le faltaba razón, los aplausos me dan alas para mantener el ritmo. Antes de llegar a Cañada Rosal, cuando estoy concentrado en el grupo que llevamos delante me dice Roque: "Ahí está tu hermano". Creo que está de guasa pero miro para atrás y. ¡es cierto! ¿Qué hace mi hermano aquí? Sólo fue un espejismo porque en pocos metros volvió a quedarse atrás porque, en ese momento, nuestro ritmo volvía a ser fuerte. Por  Cañada pasa Roque aplaudiendo a todos los vecinos como si fuera uno más de ellos y, de nuevo, los aplausos me ayudan a seguir el ritmo que ya en el km. 10 me va pesando.
A la salida de Cañada nos encontramos con Manuel Matías que está parado porque su rodilla le ha vuelto a jugar una mala pasada. Le animamos a que nos siga pero no puede. Nos quedan 12 kms. de carretera hasta llegar a Écija. La carrera empieza picar para arriba pero confío en que pronto llegará el llano del que nos había hablado Manuel Vega. Los kilómetros pasan, las fuerzas empiezan a flaquear y la carretera sigue picando para arriba ¿Dónde está el llano, Manolo?
Me hago a la idea de que vamos a estar subiendo hasta Écija. Por un momento veo a Roque flojear (hemos bajado el ritmo a 4'32") y decido ponerme delante de él para volver al ritmo que llevábamos pero apenas soy capaz de bajarlo 4" y, de nuevo, Roque vuelve a ponerse delante. Comienzo a notarme fatigado y le doy vueltas a la cabeza que me dice que el ritmo al que vamos es bastante bueno y no hay motivos para mejorarlo, así que me mantengo detrás de Roque y procuro concentrarme de nuevo en la carrera.
De pronto nos alcanza un grupo por detrás que lleva un mejor ritmo y surge lo que me temía. Roque, no sólo no deja que el grupo siga para adelante si no que se abre hueco  para ponerse delante y tirar de él. Me resguardo detrás del grupo para recuperar el aliento pero en compañía de este grupo nos hemos vuelto a poner en 4'20". Parece que a Roque le puede el ritmo y deja la cabeza del grupo y se viene para atrás, lo que significa que, en pocos metros, el grupo nos deja y volvemos a bajar el ritmo unos segunditos.
En este momento aprovecho para mirar mi GPS nuevo y ver la información que me da. Y, sin darme cuenta, entre el cansancio y la desconcentración, bajo el ritmo y Roque me saca unos 10-15 metros que me cuesta recuperar. Tras un kilómetro sin bajar ni subir la distancia decido hacer un esfuerzo para cogerlo. A todo esto ya estamos en el kilómetro 17 y nos adelanta una pareja de ecijanos que van comentando lo que queda de recorrido. Así me entero que la carretera no para de subir hasta el kilómetro 20 y que en el 22 está la bajada de entrada a Écija. Aunque parezca mentira esta información me animó y, al mismo tiempo, me creó una cierta ansiedad deseando que llegará ya el km. 22.  
El sufrimiento se empieza a acabar porque llegamos a la bajada. Una pronunciada cuesta que sólo con dejarnos ir nos pusimos a 4'05" y que nos introdujo en las calles adoquinadas de Écija. Nos subimos a las aceras todo lo que podemos pero son 3 km. por adoquines que se hace bastante largo. Al poco tiempo, pasamos por el centro del pueblo, los adoquines son más pequeñitos y lisos y están mejor puestos, ya sólo queda un kilómetro, me animo a subir el ritmo pero noto que Roque no me sigue. Miro para atrás varias veces y le digo: -"Roque, vamos", pero no hay manera. Continúo tirando y pronto veo la pancarta de la Cruzcampo y, tras ella, la pancarta de Meta. Miro una vez más para atrás por si veo a Roque y lo espero para entrar juntos pero llevo a varios corredores detrás y no lo veo. En este momento, me acuerdo que mi mujer y mi hijo han venido hasta Écija a verme, así que los busco entre el gentío pero hay tanta gente que no los localizo.
Entro en meta en 1h52'58", recojo el ticket con el tiempo y espero a que llegue Roque. Entra a los pocos segundos y nos felicitamos mutuamente por la carrera realizada. Si no hubiese sido por la "rueda" de Roque estoy seguro que no habría podido hacer este tiempo. Muchas gracias y nos vemos en la próxima.
             
            Saludos. 
Antonio Castro
Enhorabuena a los cronistas... yo , desde atrás, sólo puedo corroborar lo de Manolo, que está que se sale. Aunque eso de "la sombra"... ya me gustaría a mí ser la sombra de Roque... , en fin me costó trabajo en algunos momentos seguir el ritmo de Manolo y creo que nos sirvió a todos como referencia para la Maratón, para calibrar el ritmo y la forma que tenemos a un mes y poco de la prueba. Sólo añadir, para recordarlo, el "dopaje" de José Luis ( el día que hagan un control....), el hijo de Matías corriendo con su padre y hablando con el "alcalde" (con el presi), la "pedazo" de instalación deportiva de la Luisiana, el "speaker" amigo de Roque, que lo entrevistó... ( por cojones). José Manuel de Gelves que como siempre se pierde y no se sabe dónde va ni cómo va y aparece por la meta (por cierto con un tiempo aceptable esta vez). Manolo Serna que nos comenta M. Vega que no puede ir por un problema del hermano (desde aquí un abrazo y que no sea nada). Fran que tampoco va ( creo que por el atracón de mantecados...). Mauri que parece que se le hizo un poco larga la carrera ( pero el Martes iba con Polvillo en el entrenamiento)., a Antonio Fernández le sobraron los 4 Kms. últimos y a Matías los 4 kms. primeros ( a quién se le ocurre lanzarse de esa manera...) José Manuel Hurtado que está cogiendo la forma a marchas forzadas ( promete este final de temporada la lucha Quini-Jose Manuel). Y se me olvidaba lo más importante.... ¡¡tuvimos que esperar a ver si tenía algún trofeo el Presi¡¡¡.  Para el año que viene.... caerá

Saludos